La artesanía del audio: grabaciones del ICP 

  

Por: Néstor Salomón 

Especialista en ingeniería de audio, masterización y restauración 

       

Hoy, existe esa gran oportunidad de volver a escuchar lo sucedido en el pasado.

Desde hace aproximadamente 150 años, la invención tecnológica para la grabación del sonido nos regaló esta incalculable posibilidad sensorial. En ese preciso momento en que apreciamos auditivamente la historia, podemos presenciar cómo se convierte nuevamente en presente. En la actualidad, la conservación sonora se ha transformado en una especialidad muy amplia de la ingeniería del audio. Los variados procesos, técnicas, experimentaciones, métodos y protocolos para cada objetivo buscado nos permiten resguardar celosamente la pureza de los elementos musicales y sonoros para lograr la mejor experiencia en los oídos de todos, al sentir, por ejemplo, obras de época. 

El Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) ha tenido desde sus comienzos la noble labor de registrar y archivar la esencia de la identidad social del arte musical, poético, sonoro, gráfico y fotográfico de Puerto Rico. Y en este constante esfuerzo, la institución logró reunir las voces más entrañables y el increíble trabajo de la interminable lista de directores de orquestas y coros, músicos, arreglistas, escritores y compositores de diferentes estilos y géneros, diseñadores de arte para portadas y videos, por mencionar algunos.  

Con motivo del 60 aniversario del ICP, durante el 2015 tuve el privilegio de digitalizar 145 de las producciones discográficas publicadas durante esas seis décadas. El excelente equipo de trabajo de entonces me facilitó las copias comerciales de los títulos —ya fuera en casete, vinilo y/o cd— en muy buen estado. Desde los primeros dos soportes, se realizó el proceso de digitalización o transferencia directa, que es registrar en archivos de audio digital exactamente todo lo que sale de la fuente de audio análogo. Es decir, que no solo se transfiere la música con la mayor pureza posible, sino también los sonidos que caracterizan al soporte. En el caso de los vinilos, se escuchan los clics y crackles (clásico sonido de fritura); mientras que, en los casetes, se oye de fondo el hiss, o soplido propio de la cinta. En cambio, con los cd, que es un soporte digital, se realizó un proceso denominado “extracción de audio”, que convierte los compactos en archivos. Luego siguió la etapa de preparación de los formatos de distribución, pensados para los diferentes medios de difusión a utilizar.

Además de transferir los audios, se digitalizaron las portadas de las producciones discográficas, se organizaron en un catálogo por series, se parearon con los archivos sonoros y se publicaron en la página web Archivo Virtual. Simultáneamente, se distribuyó gran parte de la música en algunas plataformas digitales. 

Ahora, en el 2023, el actual equipo de trabajo del ICP se ha dispuesto a elegir y ordenar de manera ejemplar 40 obras musicales de esta extensa y preciada colección. Para esta nueva producción, iniciamos la segunda etapa de ingeniería de audio de la conservación sonora; me refiero a la restauración de audio digital.  

Entrando de lleno en todos los procesos mínimos que conlleva la restauración y posterior remasterización de esta exquisita selección, puedo decir que hubo varios retos y situaciones que se fueron presentando en cada uno de los temas musicales. El primer gran desafío fue el siguiente: ¿Cómo tratar a esta generosa variedad de sonoridades que proponían los 40 temas musicales elegidos?  Este desafío tomaba en cuenta muchos factores, que iban desde la instrumentación y los arreglos musicales hasta las diferentes técnicas y tecnologías de grabación y mezcla utilizadas en distintas épocas por los profesionales de cada estudio. Esta riqueza en la diversidad sonora sirvió para formular un plan en la ingeniería del audio final, que podría resumirse de forma muy sencilla en siete (7) puntos: 

Restauración de audio

1 Limpiar todas las impurezas posibles que pudieran distraer la atención durante la escucha; 

2 Proteger al máximo la esencia e intención técnica de la grabación, la mezcla y el mastering de audio original para que se perciba con claridad el estilo sonoro de cómo se producía en la época en que se grabó el tema; 

3.Corregir posibles errores de audio, solo si los hubiese; 

Remasterización

4. Balancear la relación dinámica; 

5. Optimizar la relación “low-high” entre los temas; 

6. Mejorar la imagen estéreo, si fuese necesario; 

7.Realizar el protocolo técnico final del control de calidad, llevando a cabo el estricto y preciso método de aprobación. Esto se realiza, en primer lugar, para incluir las nuevas piezas en el archivo digital del catálogo musical del ICP y, en segundo lugar, para entregar los formatos requeridos tanto para la fabricación de vinilos como para los archivos de audio compatibles con las plataformas digitales de distribución musical.  

Todos estos procesos y etapas de la conservación requieren de un conocimiento amplio, detallado y minimalista de la ingeniería del audio, que además exige del aprendizaje constante y la actualización permanente. Por otra parte, es fundamental contar con tecnología criteriosamente seleccionada, que nos brinde la precisión necesaria para lograr cada objetivo sonoro; y, por supuesto, una actitud profesional disciplinada en el orden, la paciencia y el trabajo en equipo.

Personalmente, he vivido con mucha emoción el desarrollo de la restauración de audio y la posterior remasterización. Es increíble la cantidad de características que uno puede observar y entender luego de escuchar en detalle y de forma analítica esta selección tan reducida del catálogo discográfico del ICP. Comparto algunas de ellas:

  • De lo musical, creo impactante ver la fuente inagotable de talentosos y renombrados compositores y escritores puertorriqueños, que son el origen de tantas producciones musicales salidas de nuestra tierra a cada rincón del mundo. 

  • Le sigue la belleza artística: esa mezcla casi perfecta entre la excelencia de la musa interpretativa y las múltiples formas en las experimentaciones técnicas de la producción; el resultado de la maduración de proyectos discográficos que estaban en manos de diferentes grupos de trabajo integrados por músicos, cantantes, arreglistas, directores, productores musicales… que con el tiempo han transcendido y hoy son reconocidos. 

  • En lo sonoro, puedo destacar la impresionante calidad técnica y creativa de los ingenieros de audio, en todas sus especialidades, que, detrás de los artistas y muy silenciosamente, fueron dejando huellas de audio imborrables, marcando tendencias sonoras en los medios de comunicación del país.

  • A esta inmensa labor técnica, es apropiado sumar y reconocer el esfuerzo económico de los distintos dueños de estudios de grabación, mezcla y masterización, para tener en sus salas y cuartos de control, la más avanzada tecnología, posibilitando, así, alcanzar de forma profesional y precisa, no solo los objetivos artísticos planeados, sino el nivel más alto de los estándares que la industria tenía en esos años. 

  • Finalmente, pensaba en la importante función de los que permitían que los sueños artísticos se puedan cumplir:  los productores ejecutivos y directivos del ICP que han hecho y siguen haciendo económicamente posible estas producciones; así como los manejadores de artistas, sellos discográficos, auspiciadores y medios de comunicación, que tanto han aportado en la difusión de estas joyas discográficas puertorriqueñas. 

Solo queda dejar entrar en nuestros cerebros sonoros esta hermosa propuesta del ICP. Deseamos que aprecies y disfrutes cada instante musical de las 40 obras y el sonido de su época…

 
 

Néstor Salomón nació en la ciudad de La Plata, Buenos Aires; Argentina en 1967. Músico, productor, consultor de audio e ingeniero de mastering y restauración. Reside en Puerto Rico desde el año 2000. Más tarde, en el 2006, crea su estudio de audio. Es, además, autor de los libros Vivir el audio, y Audio pensamientos.